"Desde que nací que estoy en el club, mi papá se entrenaba en Boca. Primero llegue como entrenador en 1992 de la escuelita y ahora de todas las divisiones", contó Ramiro sobre su arribo al club. "Ahora el club es otro, en mi llegada todos los deportes se practicaban abajo de La Bombonera, cerca del 2000 se construyó el Quinquela y estamos bien ahí", aseguró sobre las diferencias de infraestructura en Boca desde su llegada a la actualidad. 

También afirmó que siempre tienen que ir por más ya que la Lucha tiene mucha historia (90 años pasaron desde su inclusión en los deportes que se practican) y aspira a continuar con la tradición de tener representantes a nivel sudamericano, panamericano y olímpico.

-¿Aproximadamente cuantos chicos hay entrenando en el club?

-Entre 35 y 40, de los cuales compiten entre 25 y 30 en la Federación Argentina de Lucha. Cuando empecé en 1992 había cinco entrenadores en distintas categorías. El tiempo se encargó de dejarme solo. Necesitamos más entrenadores para aumentar la cantidad de luchadores y tener bien armada la rueda de inferiores.

-Teniendo en cuenta el gran nivel que tienen actualmente los luchadores de Boca. ¿Cómo haces para repartir el tiempo entre unos y otros?

-El equipo cadete y juvenil entrena con las mismas cargas de entrenamiento y se arma un grupo único. Tenemos luchadores de primer nivel como Patricia e Iván, cada uno tiene un entrenamiento distinto porque sus objetivos durante el año también lo son. Lo que se trata es de planificar individualmente y el resto de forma grupal para lograr los objetivos que buscamos. Intentamos tener a nuestros mejores luchadores entre los primeros quince del mundo.

-¿Cuál fue el/la mejor luchador/a que te ha tocado entrenar a lo largo de tu carrera?

-En cada época tuve luchadores distintos. A nivel objetivos, sin dudas Patricia es la que mejor resultados ha obtenido, fue la única argentina clasificada a Londres 2012, es campeona sudamericana, panamericana y este año se metió entre las mejores ocho del mundo. Cada época tuvo sus momentos, el primer grupo que llevé a un campeonato panamericano en 1996 fue un excelente grupo también. Tengo la suerte de dirigir a Iván Llano, no hubo nunca en la historia argentina un luchador que mantenga las medallas a nivel panamericano como lo hace él.

-¿Crees que Boca es una potencia a nivel nacional en este deporte?

Nuestro nivel de exigencia es siempre estar en el primer plano. Primero porque somos Boca, segundo porque la Lucha en el club tiene noventa años y tenemos una obligación de mantener un estándar de calidad. Hoy estamos en lo más alto a nivel nacional pero es algo que hay que revalidar todos los años.

-¿Le cerras la puerta a estar nuevamente entrenando a la Selección?

-Estuve más de dos años como entrenador. En este momento quiero priorizar lo de Boca, ha habido aproximaciones para volver al CENARD. A pesar de no estar como técnico, al tener tantos atletas de selección en el club, sigo estando involucrado. Me considero joven y hay tiempo para volver en algún momento.

-¿Están cumplidos los objetivos propuestos a inicios de este año?

-Si, Patricia tuvo el mejor mundial de los tres que disputó terminando octava y ganandole a las mejores del mundo. Iván terminó 12º así que el saldo es más que positivo. Además, pudimos consolidar una base de chicos sub 17 y sub 20 que son los que van a comenzar a ser más nombrados a futuro, su competencia principal la tienen en cinco semanas en el Nacional de Lucha en Misiones. La única nota amarga es la final que perdió Patricia en los Juegos Sudamericanos en Chile a solo dos segundos del final.